30/8/13

La era de la reproductibilidad

Walter Benjamin / 1892-1940

Filósofo y crítico alemán. Hijo de un anticuario israelita, estudió en Berlín y luego en una escuela particular de Turingia. Publicó sus primeros ensayos en la revista juvenil Der Anfang. En 1917 se casó con Dora Pollak, y junto a ella marchó a Suiza para seguir los cursos de la Universidad de Berna, donde se graduó en 1919 con una tesis acerca del concepto de crítica artística en el romanticismo alemán.

A su vuelta a Berlín, llevó a cabo una traducción de losTableaux parisiens de Baudelaire, y preparó el plan de una revista que no llegó a ver la luz. En 1922 Hofmannsthal le publicó en ''Nuevos mensajes alemanes'' un ensayo sobre Las afinidades electivas de Goethe.
                                                                               
Entre 1923 y 1925 Benjamin trabajó en su obra más amplia: otro ensayo, esta vez referente a los orígenes del drama barroco alemán. El texto en cuestión, constituye un ejemplo del método especulativo de su autor, cuyo pensamiento no se ciñe a la meditación de los clásicos temas de la filosofía, antes bien, brota de una aplicación al dato concreto cultural; de ahí el aspecto de ensayo que presenta la investigación filosófica de Benjamin.
                                                                               
Presentado el trabajo a la Universidad de Frankfurt, le fue negada la licencia profesional correspondiente a que con ello aspiraba. Inició entonces el autor una amplia colaboración en diarios y revistas que frecuentemente le deparó la oportunidad de viajar por Europa. Bajo la influencia de la directora escénica letona Asja Lacis y de la obra de Lukács Historia y conciencia de clase se aproximó al comunismo; en su pensamiento, nunca cerrado en una ortodoxia, el concepto marxista de la enajenación ocuparía desde entonces un lugar esencial.

La reproductibilidad técnica de las obras de arte


En uno de los muchos escritos que Benjamin realizó hace ver muchas de las predicciones que hizo Karl Marx en cuanto a la ascensión del proletariado y lo que esto supondría al arte.
                       
Desde siempre, la reproductibilidad de una obra la ha marcado, ya que somos unos seres que copian para aprender. Pero al reproducirla una y otra vez, dicha obra cambia y pierde autenticidad.
Desde que los alumnos de artista por todo el globo comenzaran a copiar para aprender y conseguir ser diestros en su arte y hasta la aparición de la imprenta, cuyo hecho propulso de una manera increíble la reproducción en masa, son carreteras secundarias comparadas con la autopista que fue la llegada de la litografía, la cual hizo que la protagonista de las reproducciones comenzara a ser la imagen, siendo esta superada con creces por el nacimiento de la fotografía.
Benjamin, nos plantea un nuevo concepto en relación a la fotografía, ''el aura'', definiendo esta como aquello inexistente que rodea una fotografía, pero que a su vez es lo que hace que no podamos dejar de admirarla y que nos cause un cumulo de sensaciones inexplicables unidas a la obra. Ver lo que el autor vió, sentir lo que sintió.
Ahondando en la idea de la existencia de condiciones materiales en la productividad en un nivel superestructural, Benjamin, daba pie al pensamiento de entender el arte como una innovación tecnológica, con la creación de un nuevo concepto de arte e igualdad de recepción.

A dia de hoy el tema de reproducir una obra es tan sencillo como apretar un boton, no como cuando se hacia a mano con bastos instrumentos, y esta facilidad es la que hace que una obra de arte pierda su aura.

Benjamin afirma que el arte se encuentra al alcance de las masas y lo que se deteriora es el aura en esta época de reproductibilidad y que la organización de la percepción humana está condicionada tanto de manera natural como histórica.Dice: "Día a día se hace vigente, de manera cada vez más irresistible, la necesidad de apoderarse del objeto en su más próxima cercanía, pero en imagen, y más aún en copia en reproducción".

En su desahogo contra la reproductibilidad, Benjamin tambien tiene para el cine, al cual se refiere como el medio en el que se unen imagen y sonido y asienta la critica de que se considere al cine una disciplina artistica mas y imbuye tambien el concepto de aura, declarando que los verdaderos poseedores del aura son los actores de teatro por aquello de estar en contacto directo con el publico, mientras que compara la pantalla del cine con la obra pintada, afirmando que esta última al ser estática es la que es mas susceptible de ser admirada e invocar el éxtasis, todo lo contrario que la efimera pantalla de cine.

Benjamin nos habla de la autenticidad, en lo que se refiere al aquí y el ahora. Lo auténtico mantiene su plena autoridad frente a la reproducción manual, a la que por lo regular se califica de falsificación, no puede hacerlo frente a la reproductibilidad técnica, ya que la reproducción técnica resulta ser más original que la reproducción manual.

Para concluir, he de indicar que en este texto de Walter Benjamin mantiene una apegada relación con la fotografía actual.A día de hoy, quien marca las tendencias sobre el valor y la admiración de las obras de arte son aquellos que tienen mas poder adquisitivo, pero en mi opinion esto no es mas mas que un futil error bastante importante, ya que estamos olvidando que lo verdaderamente importante es el aura y todo lo que esta conlleva. Debemos volver a valorar la obra en si y lo que esta nos lanze a la cara en forma de sentimientos y no solo dejarnos llevar por el valor que otros le otorguen.

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